Internacionales
Contundente señal
09 de August de 2024
El Papa recibió a la nieta de una de las víctimas de Alfredo Astiz
En medio de la polémica por la visita de diputados libertarios a genocidas condenados por delitos de lesa humanidad, el papa Francisco envió una contundente señal desde el Vaticano.
El papa Francisco envió el miércoles un contundente mensaje desde el Vaticano luego de que un contingente de diputados de La Libertad Avanza visitara en la cárcel a genocidas condenados por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar.
Francisco recibió ayer en la residencia de Santa Marta, en Roma, a Anita Fernández, hija de Ana María Careaga, secuestrada cuando estaba embarazada de ella y nieta de Esther Balestrino de Careaga, víctima de los vuelos de la muerte y secuestrada por el genocida Alfredo Astiz en la Iglesia de la Santa Cruz y llevada al centro clandestino de detención que funcionaba en la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
Astiz es, precisamente, uno de los genocidas con los que se fotografiaron sonrientes los diputados libertarios desde la cárcel donde cumplen sus condenas por haber secuestrado, torturado, asesinado y desparecido a sus víctimas durante la dictadura además de haber robado bebés, muchos de los cuales todavía desconocen su verdadera identidad.
Según transmitió un comunicado del Instituto Espacio para la Memoria, en la charla “el Papa le manifestó que se había enterado de que unos diputados habían visitado a Astiz, que estaban queriendo que no estuvieran presos y que eso era algo muy peligroso”.
"No aflojen, conserven la memoria de lo que han recibido, no solo de las ideas sino de los testimonios, ése es el mensaje que les doy en este día”, dijo Francisco, de acuerdo con el video que se difundió en las últimas horas. Para el Instituto Espacio para la Memoria, se trató de “una clara respuesta a la ofensiva contra la memoria”.
En la entrevista Francisco también “recordó con admiración a su amiga y compañera Esther Balestrino de Careaga -quien fuera su jefa en un laboratorio de análisis clínicos-, y dijo que de ella había aprendido su amplitud política, entre otras palabras afectuosas”.
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